Entendiendo la incontinencia urinaria:

¿Qué es y cómo se manifiesta?

Una mirada completa sobre una condición que afecta a hombres y mujeres de diversas edades y que va más allá del envejecimiento.

La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina. Se puede manifestar de diversas formas, y es importante conocer sus distintos tipos para comprender mejor su manejo:

  • Incontinencia de esfuerzo: Ocurre cuando actividades que incrementan la presión intraabdominal (como toser, reír, levantar objetos pesados o hacer ejercicio) provocan que se escape orina.
  • Incontinencia de urgencia: Se caracteriza por una necesidad repentina y fuerte de orinar, debido a contracciones involuntarias del músculo de la vejiga, lo que dificulta llegar a tiempo al baño.
  • Incontinencia mixta: Es la combinación de los dos tipos anteriores, presentando síntomas tanto de esfuerzo como de urgencia.

 

Contrario a la creencia popular, la incontinencia no es un problema exclusivo del envejecimiento. Aunque es cierto que su incidencia aumenta con la edad, existen causas que pueden afectar también a personas jóvenes. Por ejemplo, en mujeres jóvenes, el embarazo y el parto pueden debilitar el suelo pélvico, dando lugar a episodios de incontinencia; mientras que en hombres, intervenciones quirúrgicas, tratamientos para ciertas condiciones u otras disfunciones neurológicas pueden desencadenar esta situación.

Además, factores como lesiones, enfermedades neurológicas (por ejemplo, esclerosis múltiple) o incluso hábitos de vida (como el sobrepeso y el sedentarismo) pueden contribuir a la aparición de la incontinencia en distintos grupos etarios.

A continuación, se presenta una tabla que ilustra la incidencia aproximada de la incontinencia urinaria según el grupo etáreo y el sexo (las cifras son estimaciones basadas en diversos estudios internacionales y pueden variar según la población):

Grupo Etáreo Hombres (Incidencia aproximada) Mujeres (Incidencia aproximada)
18 – 40 años
2 %
5 %
41 – 60 años
5%
20 %
Más de 60 años
15 %
35 %

Es importante destacar que, independientemente del grupo de edad, la incontinencia puede abordarse tanto de manera preventiva como paliativa.

  • Soluciones preventivas: Incluyen ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico (como los ejercicios de Kegel), la adopción de hábitos saludables, el control del peso y, en ciertos casos, terapias hormonales o asesoramiento médico temprano. Estas medidas ayudan a prevenir la aparición o el agravamiento de la incontinencia.
  • Soluciones paliativas: Se centran en el manejo de los síntomas. Esto abarca el uso de productos absorbentes de alta calidad, tratamientos médicos y el apoyo psicológico. La meta es detener el avance de la condición y mejorar la calidad de vida, permitiendo a las personas retomar sus actividades diarias con confianza y dignidad.

 

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